viernes, 2 de marzo de 2012

¿Qué viene después de esta crisis?

   Por razones que no vienen al caso he tenido que repasar la Constitución Española de 1812, y su contexto. Es un texto con artículos realmente preciosos que, si no me equivoco, nunca más se recuperaron en textos constitucionales posteriores. A modo de ejemplo: Art. 13: "El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen". Maravillosa declaración finalista que nos recuerda a esa "búsqueda de la propia felicidad" de los Estados Unidos de América. O el art. 6: "El amor de la Patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles, y asimismo el ser justos y benéficos". O el art. 2: "La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona".

   Fue una Constitución desde el cariño a un Fernando VII que respondería apenas dos años después con su traición a la misma, y esa fue la tónica de nuestra historia constitucional posterior. Sin embargo, con ese 1812 todo empezó a cambiar, lentamente sí, pero a cambiar. Un mundo se venía abajo y otro, aún un sueño, amanecía sin vislumbrarse entonces qué llegaría a ser. Todo cuanto hoy nos parece fácil y cotidiano ( sufragio universal, derechos en todo y para todos, libertad...), todo ello costó casi dos siglos.

   Hoy, 2012, creo que en realidad vivimos una situación con cierto paralelismo a aquel 1812. Entonces, un pueblo que resistía a la ocupación extranjera, tomaba conciencia de que el poder acaso residiera en él mismo, y que por tanto era su responsabilidad gestionarlo de manera responsable.

   Esta crisis que hoy vivimos no es una crisis económica, no sólo al menos. En la medida en que persista otro año más, y otro..., el pueblo comenzará a preguntarse, a reflexionar, y empezará a madurar la idea de que un mundo está muriendo y otro naciendo. Los partidos políticos actuales podrán gestionar en su dicotomía de poder estas inquietudes, pero este envite, este engaño, no durará más que la alternancia de poder que, en España, ya se ha producido. Si la crisis sobrevive a esa alternanacia de poder, y es seguro que con nuestras cifras de paro lo hará, el sentimiento del pueblo encontrará acomodo en una nueva visión constitucional. ¿Qué visión?

  Ya no existe el mundo de 1812, sino un mundo globalizado en el que las consignas viajan a la velocidad de la luz, y en el que los idiomas dejan de ser una barrera geográfica y mental. En la medida en que la reflexión del pueblo traspase las fronteras tradicionales, se producirá una colisión entre la fraternidad ideológica de muchos ciudadanos y, porque también está ahí y cada vez más, el egoísmo de aquellos que más tienen, que más pueden, que mejor sobreviven.

   Sólo si se acercan posturas entre esos dos bandos radicalmente distintos, sólo si los líderes políticos logran aunar esa confrontación por la vía, por la única vía de la que hablaba aquel artículo 13 de nuestro texto de 1812, sólo en ese caso se evitará el conflicto.


   Si ustedes son conspiranoicos, les quedará el consuelo de que alguien controla esta crisis desde un principio, y que todo está bajo control en todo momento, con lo que en algún momento "alguien" decidirá que la pesadilla ha acabado. ¡Ojalá, aunque ello suponga estar en manos de sabe Dios quién!

   Pero si ustedes son racionales no les restará más consuelo que ser mejores personas, con sus vecinos, con sus compañeros, con sus enemigos, con ese pueblo que puede, en cualquier momento, volver a pensar como en 1812 que ellos son REALMENTE EL PODER.

  Que tengan un buen día.

2 comentarios:

  1. Bienvenido José ¡Cuanto me alegro de volver a leerte! Ya se te echaba de menos.
    Estoy de acuerdo contigo, en que esta crisis, no es solo económica. Es de valores. De preguntarse ¿A dónde hemos llegado? ¿cómo ha sido posible? ¿y como enmendarlo?.
    A lo mejor, si no hay crisis económica seguimos degradándonos. Pero tenemos una oportunidad y debemos aprovecharla, sobre todo para no mirar hacia otro lado y hacer lo correcto.
    Entiendo que si se reflexiona sobre lo que ha sucedido, entren ganas de “entrar en política”. Espero que no te hayas decepcionado y que el que vuelvas a escribir se deba más a que has organizado mejor tu tiempo, que a que has tirado la toalla. Aunque esto último también lo entendería.
    Ánimo.

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    1. Gracias Fidel. Es cierto que ahora valoro el tiempo de otro modo.

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