martes, 30 de diciembre de 2014

Feliz año 2015.



   Como es tradicional, quiero desear a todos los lectores que pasan por este blog, aun de manera fugaz, un Feliz Año 2015.

   La felicidad no es un estado que proporcione lo que uno desea, sino lo que uno necesita. Parece lo mismo pero no lo es, aunque pueda coincidir en ocasiones. Y por supuesto no depende de la órbita de 365 días que realiza un planeta, pero es ahora un buen momento y sobre todo un momento clásico para hacer balance, precisamente entre el qué queremos y el qué necesitamos, siendo esto último aquello que tenemos y nos sobra y aquello que, por desgracia, no tenemos.

   Podría ser amor, amistad, cariño, comprensión, triunfo, tranquilidad, esperanza, fe, humildad, voluntad, paciencia, resignación, cambio, trabajo, inspiración, convicción, prudencia, sabiduría, tolerancia, respeto, valor, recompensa, satisfacción, sensibilidad, alegría, paz, compañerismo, generosidad, salud..., y hasta podría ser dinero.

  

   Todos necesitamos algo, eso nos hace humanos en un camino hacia algún lugar que, con frecuencia, ignoramos. Esa necesidad nos clasifica como especie que evoluciona, quiero pensarlo y creerlo así. Podríamos decir que ese camino es también una órbita de duración inconmensurable, a lo largo de la existencia, una elíptica formada por millones de líneas que confluirán en algún punto indeterminado, como si fuese ya una sola trayectoria. Quizás ese sea el destino del ser humano, comprender que no somos individualidades.

   Mientras tanto, nos conformaremos con la felicidad a nuestro alcance, esos instantes sin más que citaba Virgina Wolf.

   Buen día y, mucho mejor hoy, buen año.

viernes, 31 de octubre de 2014

La inercia.



   Hace algún tiempo, un conocido que trabajaba como funcionario ( a mi pregunta de cómo iban las cosas) me respondió: "Ayer no fui a trabajar y nadie se enteró". Y es que quieras que no, la inercia lo invade todo en este país, esa misma inercia que hace prosperar a alemanes, finlandeses y otros, y que a nosotros nos mantiene en un "maricaelúltimo".

   La verdad, la estricta verdad, no es que lo público funcione mal en España, sino que no funciona nada ( exceptuando El Gran Wyoming, Salvados y Zara). ¿Qué no lo creen? Prueben a hacer alguna gestión administrativa, privada o pública. Yo en el camino ya voy rezando a cuantos dioses conozco amén de llevar en el bolsillo una piedra de "ágata" contra el mal de ojo. Al final, todo depende de dar  con "una buena persona", que aún queda alguna.

   ¿Y cómo he llegao yo a ejto? - dirán ustedes - . Por la inercia, sí señor. Que va implícita en el carácter español y que nos lleva a dedicar diez minutos en un informativo a la muerte de un perro, cuatro a los vómitos de Messi y dos a que tenemos el doble de milmillonarios desde que empezó la crisis. Y luego está esa alegría mediterránea que nos lleva, con el segundo mayor índice de pobreza infantil y desigualdad de Europa, a "espetar" que vamos a crecer más que Alemania. Y estas cosas las dicen a las doce de la mañana, que aún no ha empezado la hora de las cañas.



   Y de ese afable carácter español, pasamos a nuestra querencia por las modas. Que El Señor nos libre de estar de moda en España, porque te puedes dar por muerto y olvidado en cuestión de meses. Nos encanta subir a un personaje a la cima, envidiarlo y olvidarlo, como si fuese una chaqueta de pana gorda. Bien es verdad que, en estos tiempos, el éxito es casi patrimonio exclusivo de los corruptos que, como no podría ser de otra forma, escandalizan a los españoles y, hombre, es verdad que se le abren a uno las carnes viendo lo que han trincado y lo que nos cuesta ahorrar mil euros. Pero ¿por qué robaban? Pues por la inercia, sí señor. Que no lo digo yo, que lo dicen los imputados: "yo pensaba que era parte del salario"..., "jamás he tenido conciencia de cometer una ilegalidad"..., dicen estas cosas y, como es natural, nadie devuelve ni un duro.

   Por eso yo sabía que el virus del Ébola no iba a ser una epidemia en España, por la inercia. Y así se lo decía a mis compañeros médicos: ""tranquilos, no va a pasar nada". ¿Qué ser vivo va a querer vivir entre nosotros, que no sea de Holanda para arriba? Y desde luego se quedaría en la Costa del Sol.

   Buen día.

lunes, 2 de junio de 2014

El Rey abdica. ¿Qué va a pasar en España?



   El Rey Juan Carlos I acaba de abdicar, justo antes del Mundial de fútbol, justo después de las elecciones europeas. Sus razones tendrá. Pero la pregunta ahora es ¿qué va a pasar en este país? Algunos dirán que nada y que la maquinaria institucional democrática se encargará de todo, y que tendremos otro rey Felipe en apenas dos semanas. Puede ser, pero me permito discrepar de la profecía o, si se me permite, discrepar a medio-largo plazo. Me explicaré.

  Las crisis no salen gratis, aunque sólo sea por el pequeño detalle de millones de personas que lo pierden todo, casi todo, o algo de lo que tenían. De menos a más se va bien, lo contrario no. Esta masa indeterminada de "molestos-cabreados" tiene dos opciones, mantener la esperanza de que nuestro sistema político-Unión Europea les acabará sacando de su mal momento, o dejar de contar con zapatos de difunto y tirar "p´al monte". A juzgar por los resultados de las elecciones europeas, me parece que han optado por lo segundo, al menos buena parte de esa masa "inquieta y cabreadilla". Y de esta tonta manera comienzan a surgir movimientos en contra del actual sistema, ahora con representación política. Naturalmente, este sistema no ha tardado en tacharlos de revolucionarios, utópicos, perro-flautas y demás perlas cariñosas, pero con ello lo único que conseguirá es que su número de votos aumente en un año, y aún más en año y medio. Es decir, pueden llegar a ser "necesarios para gobernar", si es que no gobiernan directamente en algunos lugares.

   Bien, recuerdo que estos movimientos no quieren una monarquía. Y como está en el ser humano el querer mandar, auguro una primera fase en la que los políticos actuales, los clásicos por así decirlo, cederán a la tentación de negociar con estos "rebeldillos", a la espera de que el pueblo se canse de ellos, se integren en el "cotarro" o, simplemente, vuelvan a ganar los partidos de siempre. Por supuesto, cuentan con que la recuperación económica saque a los ciudadanos de esa "tontería pasajera" de votar a estos partidos nuevos. Pero mientras haya que negociar, algo habrá que ceder, y vistos los temas en solfa: banca, unión europea, empresas Ibex-35, no al pago de la deuda, expropiaciones por razones de orden social, o el talego para algunos artistas "clásicos", ¿adivinan por dónde se puede empezar a ceder? Claro que sí, hombre, por la monarquía. Bien mirado, es de las pocas realistas.

  

   Pero es que, entre los políticos clásicos, no todos están por el "buen rollito". El separatismo catalán y vasco, por ejemplo, no parece que en esta ocasión se limiten a un amago, aunque podría ser. Izquierda Unida ya está pidiendo un referéndum hoy para la cuestión monárquica, y el PSOE va a tener que sacar "tó lo que lleva entro" para recuperar votos, y den por seguro que lo mejor que les queda es la izquierda de toda la vida, visto el hastío de aquella masa, que citaba más arriba, de la socialdemocracia.

   Así pues, veo a Felipe VI poniéndose la corona, pero dada mi edad no debería ver cómo se la quitaba, y el caso es que lo veo...

viernes, 14 de febrero de 2014

"El señor Gable", en libro electrónico.



   Impagables lectores, al fin he podido poner a la venta mi novela, "El señor Gable", en libro electrónico. Aunque sigue existiendo en formato papel, es lo cierto que hay dificultades para la distribución.

   Nos guste o no, internet ofrece posibilidades que, sin duda, serán el futuro.

 


   El ebook está en Zonaebooks y Librerias Proteo, y en próximos días, en Casadellibro, Fnac. A un precio de 2,99 euros.

   Pirata supongo que también se podrá encontrar.

   Buen día.