martes, 31 de mayo de 2011

Movimiento 15-M y Derechos Humanos.

   En 1789, los representantes del pueblo francés, precisamente constituidos en Asamblea, consideraron que la ignorancia, el olvido y el desprecio de los derechos eran la única causa de los males públicos y la corrupción de los gobiernos, y estimaron necesario la proclamación solemne de estos derechos, sagrados, con el fin de que las reclamaciones de los ciudadanos lograran la felicidad de todos. Y dijeron que todos nacen y permanecen libres e iguales, que la meta de toda asociación política es la conservación de estos derechos, que toda autoridad tiene su origen en la Nación, que la libertad termina en el daño a los demás y que la ley (igual para todos) prohibirá esas acciones dañinas, que los puestos y empleos públicos no tendrán más discriminación que el talento y la virtud de los aspirantes, que todo ciudadano requerido por la ley (emanada del pueblo) debe obedecer y no oponer resistencia, que nadie debe ser inquietado por sus opiniones y que su libre comunicación es uno de los derechos más preciados del hombre, que la fuerza pública es para beneficio de todos y no de aquellos que la tienen a su cargo, que es necesaria una contribución económica de todos y proporcional a sus posibilidades, que todos tienen el derecho a vigilar esa contribución y a pedir cuentas de su mal uso, que nadie puede ser privado de sus bienes salvo necesidad acreditada e indemnización justa, y que toda sociedad sin garantía de derechos y separación de poderes en realidad carece de constitución.

   En el año 2011, el Movimiento 15-M hace unas propuestas algunas de las cuales me gustaría comentar:

  -Control del absentismo de la clase política: Pero también del de todos los trabajadores.
  - Imprescriptibilidad de los delitos de corrupción: ¿Y del resto de delitos de nuestro Código Penal no?
  - Eliminación de la inmunidad asociada al cargo: ¿Y si detienen a un par de diputados antes de una votación trascendental, aunque luego sea un error, qué hacemos?
  - Reparto de trabajo y reducción de jornada: ¿Sin la titulación exigida y la oposición aprobada, con quién reparto yo el mío?
  - Expropiación por el estado de las viviendas en stock: Estoy seguro de que un millón de ciudadanos aparte de mí estarán encantados de cambiar ladrillo por una indemnización previa y justa por parte del Estado.
  - Dación en pago para cancelar hipotecas: El problema son las tercas matemáticas que llevarán al banco a darnos menos y pedirnos más intereses.
  - Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera: Espero que no procedan de la India, y que se acompañe esta medida de más quirófanos construidos y más responsabilidad de todos en el "uso" de los servicios sanitarios.
  - Supresión de gastos inútiles en las Administraciones Públicas: ¿No sería más sencillo hacer una lista con los gastos útiles?
  - Financiación pública para la investigación: ¿Pero en qué laboratorios hacían ustedes las prácticas cuando eran estudiantes?
  - Restablecimiento de los trenes que están sustituyendo al AVE a los precios originales: Si esto va en serio les sugiero remontarse a la diligencia y postas de caballos.
  - Prohibición de cualquier tipo de rescate a la banca: Al menos avísenme antes de tomar esta medida para que pueda sacar mis ahorrillos. ¡Ah, y miren a ver dónde ponen a los banqueros curritos en aquello de repartir el trabajo!
  - Prohibición de inversiones de la banca en paraísos fiscales: ¿Y a los famosos que salen en la tele?
  - Control real y efectivo del fraude fiscal: ¿Se lo digo al fontanero cuando vuelva a mi casa otra vez?
  - Protección de la libertad de información: ¿Aunque sean periodistas de intereconomía?
  - Referéndums obligatorios para las medidas que vengan de la Unión Europea: ¿Pero no decían ustedes que tenían asesores legales? ¡Hagánselo mirar, eh!
  -  Reducción del gasto militar: Espero que especifiquen algo más esta cuestión.
 
    Con muchas otras medidas estoy tan de acuerdo como ya lo estaba con la Declaración de 1789.

jueves, 26 de mayo de 2011

¿Qué sé yo?

   Hoy tengo ganas de escribir, pero no sé sobre qué... Y tampoco tengo ganas de echar mano de alguna ley y soltarles un tostón.

  Hay un chiste que me viene mucho, últimamente, a la cabeza. Es aquel que está en una fiesta y se acerca a una guapa chica: ¿Bailas? De manera rotunda ella le contesta "NO". "¿Y éso?" - protesta el galán -.
  ÉSO ES MI PRIMA Y TAMPOCO BAILA.

   Y es que los chistes es de las pocas cosas que son mejores cuanto más cortos.

   Creo yo que me viene tan tenaz porque, la verdad, no sé yo en nuestra política quién va a bailar con quien, y cuan surrealista puede ser la contestación en algún caso. Pero mucho mejor que un chiste es la vida misma, de manera que les narro brevemente una conversación teléfonica que tengo el gusto de coprotagonizar, y tan cierta como que me llamo Pepe. Ahí va:

  - (YO): Buenos días, ¿policía local?
  - (POLICÍA): Así es.
  - (YO): Verá usted soy (fulanito de tal) y vivo en (tal y tal) y tengo una duda sobre el aparcamiento en mi calle.
  - (POLICÍA): Pues dígame usted.
  - (YO): Resulta que si se aparca en los dos lados, un vehículo algo ancho pues no puede pasar, y en la ciudad en la que vivía antes, parece ser que había un reglamento que decía que sólo se podía aparcar en el lado derecho del sentido de la marcha...
  - (POLICÍA): Aquí no tenemos ese reglamento.
  - (YO): ¿Entonces?
  - (POLICÍA): Han de quedar 3 metros entre los coches.
  - (YO): No queda tanto.
  - (POLICÍA): Entonces sólo se puede aparcar a un lado.
  - (YO): ¿A qué lado?
  - (POLICÍA): Es indiferente.
  - (YO): ¿Y si un vehículo no puede pasar porque hay uno a cada lado aparcado?
  - (POLICÍA): Tendríamos que retirar uno.
  - (YO): ¿Cuál?
  - (POLICÏA): El último que haya aparcado.
  - (YO): ¿Y cómo van a saber ustedes cuál ha sido el último?
  - (POLICÍA): Mire, convendría que hiciese usted una consulta al Departamento Jurídico...

   Madre mía, vaya entrada.

lunes, 23 de mayo de 2011

Game over in Spain.

   Con precisión relojera hemos llegado a la debacle de un país que, acaso, nunca lo ha sido del todo. Pero es lo cierto que aquí estamos, instalados en la indivisión de poderes, en el nacionalismo creciente, en la economía de nuevos pobres, en la manipulación que ya ni manipula, en la mediocridad y la pereza disfrazada de derechos, en la mala prioridad de las prioridades, en el pan y circo de la educación institucional.

   Ya no nos va a quedar ni el deporte: Nadal empieza a perder, Alonso no gana, Contador en la cuerda floja, el Barsa que qué se yo si es un equipo español, la Selección que ya perdió por 4 contra Argentina, Gasol que ya parece que no está bien en LA, y menos mal que Valentino Rossi tiene ya unos años y Lorenzo es joven.

   He leído de todo hoy: análisis políticos, económicos, brillantes casi todos. Pero incompletos. Ninguno expone lo que nos espera, sólo el porqué de nuestra situación - bueno, mejor dicho, de la situación del PSOE -. El problema es que nuestra situación es la situación de este partido y de este gobierno; como quieras hasta por lo menos nueve o diez meses.

  Yo no sé ustedes, pero a mi me basta un día para hundirme, así que en 300 ni les cuento.

   ¿Y qué podemos hacer? Porque yo a la plaza no me voy, que entre la cadera izquierda que me da la lata y que no tolero ya las copas como antes, ¿qué c... voy a hacer allí? Además siempre se me han dado mal los trabajos manuales así que ni para hacer carteles...

   No vayan a pensar ustedes que pretendo deprimirles eh, Dios me libre de intentarlo.

   Aquí en mi tierra dicen mucho aquello de "no me gusta como caza la perrina" y creo yo que quiere decir que si no ves claro a alguien es que no es claro, y creo yo que nos vendría bien algo de claridad.

   Ah sí, que se me olvidaba, y que por favor no nos sigan tomando por tontos, que molesta ya un poco.

   Imagine...Joder, tenía que haber estudiado inglés.

   Buenas noches.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El reintegro de gastos .

   El Real Decreto 1030/2006, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud, indica en su art. 4: "la cartera de servicios comunes únicamente se facilitará por centros, establecimientos y servicios del Sistema Nacional de Salud, propios o concertados, salvo en situaciones de riesgo vital, cuando se justifique que no pudieron ser utilizados los medios de aquel. En esos casos...,se reembolsarán los gastos de la misma, una vez comprobado que no se pudieron utilizar oportunamente los servicios de aquel y que no constituye una utilización desviada o abusiva de esta excepción". 

   En primer lugar hay que considerar desterrado de este procedimiento de reintegro de gastos, aquellos producidos por una denegación injustificada de asistencia, que serían intrínsecos al cauce de la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas, por funcionamiento anormal del servicio público sanitario, incluyendo dicho gastos entre los daños y perjuicios susceptibles de indemnización.

   Así pues, nos centraremos en el concepto de "urgencia vital", creación de la jurisprudencia allá por 1975 que decía que no toda urgencia es de este carácter, sino "únicamente aquella que es más intensa y extremada y que se caracteriza fundamentalmente porque en ella está en riesgo la vida del afectado", doctrina matizada posteriormente por nuestro Tribunal Supremo: "existe necesidad de recibir asistencia sanitaria urgente y de carácter vital cuando la referida asistencia es precisa para conservar la vida, los aparatos y órganos del cuerpo humano o su mejor funcionalidad o para lograr una mejor calidad de vida y menor sufrimiento".

   Centrado el tema, repasemos entonces los requisitos para acceder a - que no solicitar - un reintegro de gastos por asistencia sanitaria fuera del sistema público sanitario. Y es que recuerdo a un compañero que aseguraba haber visto solicitudes de reintegro de gastos por el coste de unos cuentos del Pato Donald, y es que hay gente pa tó. Claro que hoy día ya nadie lee estos cuentos. En fin, sigo:

  - Que se trate de un riesgo inminente para la vida, o de pérdida de órganos o miembros fundamentales.
  - Que se trate de un hecho imprevisible, súbito y repentino, excluyéndose intervenciones programadas, listas de espera, y aquellas actuaciones del curso normal de un proceso asistencial a cargo de lo público.
  - En palabras del Tribunal Supremo: "la aparición súbita de un cuadro clínico que requiere una inmediata atención, imposibilitando acudir al servicio médico asignado".
  - Que no se pudieron utilizar oportunamente los servicios sanitarios públicos, y que no constituya una utilización desviada o abusiva de esta excepción. Ojo, que el T. Supremo excluye de esta guisa a las famosas "listas de espera", a salvo lógicamente de la concurrencia de urgencia vital, y en general excluye los actos de los pacientes que obedecen a una lógica caprichosa e irrazonable. También, excluye la "obediencia" del paciente a consejos o recomendaciones de los médicos del sistema público, para acudir a un determinado centro privado. Les recuerdo que hay una canalización de pacientes a centros privados o concertados que puede hacerse de manera oficial, y que no entra, claro está, en el tema de reintegro de gastos que estamos tratando.
  - Que se trate de prestaciones sanitarias financiadas por el Sistema Sanitario Público y realizadas con técnicas o tratamientos disponibles en el mismo. Lo mismo les digo, hay procedimientos para solicitar tratamientos novedosos, que dudo que se los concedan, pero que no van por reintegro de gastos.
  - Y bueno, pues que se solicite el reintegro, claro.

  Y ahora mismo no recuerdo si era Mariano o Aznar, al que pillaron a micrófono cerrado diciendo aquello de: "menudo rollo les he soltao".

   Buenos días.

miércoles, 11 de mayo de 2011

La soberanía reside en el pueblo español.

  Así lo proclama el artículo 1.2 de nuestra vigente Constitución del 78, y añade que de este pueblo español "emanan los poderes del Estado".

   He dudado mucho entre esta entrada y otra que analizara si el Barsa es lo que es gracias a los árbitros, pero me he inclinado por el tema de la soberanía no sea que pierda algún lector culé, que seguro que alguno hay.

  Sin embargo, a menudo olvidamos que "nosotros" tenemos el poder. Hemos metabolizado que son los políticos y sus partidos los que tienen ese preciado objeto del deseo, pero no es así. Ellos pueden confeccionar sus listas cerradas, pueden establecer el sistema de reparto de escaños, las circunscripciones, e incluso si alguien puede o no presentarse, pero no pueden, repito, "no pueden darse el poder a sí mismos". Este pequeño matiz lo decido yo, y tú, y tú, y tú...

  Sin ese poder de cada uno de nosotros, la alternativa es "el líder", por la razón que sea: nacimiento noble, méritos, golpe de estado, riqueza, qué más da...

   Como decía el tío de Spiderman: "un gran poder exige una gran responsabilidad". En cada convocatoria electoral vamos a otorgar nuestra parcela de poder a unos individuos, con nombre y apellidos, con historia, con valores y defectos, con intenciones transparentes o veladas. Esos personajes son un puzzle, y nada más que un puzzle que se desmoronaría sin nosotros, y ellos ¿lo saben? Pues no, no lo saben. Ellos creen que el poder lo reciben de la inclusión por su partido en las listas, y a partir de ahí lo ejercerán.

   Esto es terrible. Del poder del partido se pasa a la unidad de voto, y de la unidad de voto a la inquietante conclusión de sólo serían necesarios parlamentos de, apenas, 7 u 8 personas, una por partido. Eso sí, sería muy barato de mantener...

   No podemos olvidar lo que somos, no podemos permitir que la partidocracia sustituya a la democracia, no podemos tolerar que la legitimidad democrática disfrace al líder. No podemos resignarnos a no ser nada, a ser súbditos, comediantes cada x años. Nosotros, yo, tú, somos los dueños de nuestro destino, y no las víctimas del destino que otros quieran hacernos creer.

   El próximo 22 de mayo cuando ejerza mi derecho al voto ( que incluye votar o no), "yo tengo el poder".

   ¡Caramba, suena como si fuese un superhéroe!

viernes, 6 de mayo de 2011

¿Habrá rescate en España?

  Hace un par de días se han publicado algunas de las "condiciones" que deberá cumplir nuestro vecino Portugal, con ocasión del famoso rescate por parte de la UE y el FMI. Cito algunas de memoria: bajada grosera de sueldos; reducción del número de ayuntamientos y entidades locales; copago en educación, sanidad y otros servicios sociales; disminución del número de funcionarios; "al carajo" el AVE a partir de Extremadura; elevados intereses para la devolución del préstamo; etc, etc...

  Yo, que estuve allí por última vez hará unos meses, ya observé que "están jodidos" mis queridos portugueses. No había calefacción en cafeterías céntricas ni en el hotel en que me quedé ( por cierto, estaba abierto el día en el que a la dueña le estaban enterrando a su hija y, aparte de nosotros, todo lo que allí había eran familiares dando el pésame); no había gente en los bares; no había ilusión... Desgraciadamente, en eso consiste un rescate económico, más allá de datos macro y declaraciones enfáticas de apoyo por parte del mundo mundial.

   ¿Y de lo mío qué? ¿Qué pasa con España?

   Mis amigos dicen que soy un pesimista, y es verdad, y la culpa la tiene mi manía de leer lo que no me interesa. Soy de los pocos que piensa que España va a ser rescatada, y me temo que antes del turrón. ¿ Y por qué? Veámoslo.

   - La inversión en ladrillo de la mayor parte de la población que nos lleva a un empobrecimiento inexorable, ya que al parecer no se ve fondo en los precios de la vivienda.

   - La interinidad política que nos espera hasta marzo de 2012, si es que se cumplen las previsiones de victoria de Mariano.

   - La tradición histórica de esta europa nuestra que jamás estuvo unida, que nos lleva a pensar que, para Alemania, Francia e Inglaterra, somos como ese vecino petulante al que nos jode saludar.

   - Que quieras que no, aquí no hay mucha unidad nacional.

   - Ese indicador centinela que es la bajada en el consumo de copas.

   - Y sobre todo, como se oye ahora por ahí, me temo que en España "no cabe ya un tonto más". Y los listos se nos van al extranjero.

   En fin, ojalá me equivoque.