viernes, 29 de junio de 2012

Mariano el Bravo.

¿Ser bueno conlleva ser también un gilipollas? Les hago - me hago - esta pregunta porque temo cada día más un SÍ por respuesta. Pero no es de mi bondad - o mi gilipollez - que quiero hablarles hoy, sino de este maravilloso "ánimo humano" , tan caprichoso como impredecible. Y es que ayer noche me acosté con menos calor y aún menos "ilusión". Y he aquí que a las 7 y 30 minutos de la mañana, como siempre me despierta Melchor Miralles al alimón con Ángel Expósito, y me dicen que Mariano, nuestro Mariano, nos ha salvado; Él sólo, como Gary Cooper.

   No me lo podía creer, pero mirando mirando otros periódicos, to er mundo dice lo mismo, que este hombre s´a echao p´alante y ha metido en cintura a la mismísima Merkel.

   Y la Bolsa contenta, y la Prima contenta, y todos contentos. Y esto al día siguiente de perder Alemania con Italia. Mare de Deu, la que se avecina.

   Miren, miren, que yo ni médico ni abogado, que yo lo que soy es un adivino como la copa de un pino. ¿Saben qué les digo?

  

   Que no se fíen de Mariano, pero miren si quieren fiénse de él, pero no de los Alemanes. ¡Faltaría! Nos la van a meter doblada.

   Ayyyy, si tuviera un poco más de cabecita para ver la jugada. Cachisss.

   El lunes me voy para Alemania, curiosamente. A la vuelta de verano te espero, Mariano Cooper.

   Buen día.

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