miércoles, 25 de julio de 2012

Españoles ( ATRACADOS) por el mundo.

  Así es queridos amigos. Como recordarán, tras maravillarme con Mariano el Bravo les comenté que me iba p´Alemania, y allí me planté un par de semanas. Un país muy verde, muy bonito, muy rico y con mucha cerveza, y lleno de alemanes. ¿Que cómo son los alemanes? Pues miren, como hormigas exactamente. Incluso andan en fila recta como ellas, y se molestan mucho si les interrumpes dicha línea, es más, creo yo que se desorientan algo. A mí no me gustan los alemanes porque no me quito de la cabeza la segunda gran guerra, lo lamento mucho por los que reniegan de aquello, pero como digo no me gustan y no me fio de ellos. Eso sí, reconozco que nos dan vuelta y media a cualquier otro país de "Uropa".

   Pero no es de los alemanes que les quería hablar, sino de esta "Uropa" nuestra. Les cuento...

   Un buen día, hacemos una excursión desde Munich al Parque de Berteschgaden, a ver el famoso nido de águilas de Hitler, y a fe mía que Íker Jiménez bien puede estar orgulloso del programa que dedicó a este sitio en Cuarto Milenio. ¿Vibraciones malas allí? Por lo menos les aseguro que tiene un gafe el lugar que vaya vaya... Pero sigo contándoles. El maravilloso y recién estrenado Tom Tom que llevaba me mete unos cinco o diez kms por Austria, al lado de Salzburgo, por aquello de que coge la mejor carretera, y nada más pasar el cartel de "Osterrreich" o algo así, un coche de la polícía de Austria me muestra su conductor con una especie de camarita apuntando a todos los que entrábamos...misterio...

   Un par de kms después, nos paran en un control de policía, junto a una romería de extranjeros que íbamos todos al parque Berchtesgaden animados por Tom Tom u otra marca similar. Un tipo gordo y mal encarado me habla a través de la ventanilla en un- supongo- excelente alemán. Ante mi cara de Mr. Bean, opta por un inglés no mejor que el mío, y viene a decirme que no llevo una pegatina en el cristal necesaria para circular por Austria, y que dicha pegatina cuesta 31 euros por todo un año. Le digo que ¿ande hay que comprarla? -todo esto en inglés oigan - y me dice que me multa con 120 euros y que si quiero pagar "in cash" o con tarjeta. Tras un ratito de conversación en la que trato de hacerle ver que no hemos tenido oportunidad alguna de comprar la pegatina, que voy a usar sus carreteras 5 ó 10 kms y apenas 10 minutos, tras asegurarle que aún así estoy dispuesto a poner la puñetera pegatina y pagarla por "to el año" y que me parece soberanamente injusto que nos multen a todos los guiris por no llevarla, a sabiendas de que vamos al puñetero parque de Berchtesgaden llevados por un traicionero Tom Tom, termino diciéndole al gordo: "pero...no possible?".

   Acepto pagar con tarjeta y me acompaña a una furgoneta en la que su compañero, éste más delgadito, tiene una auténtica oficina bancaria para el pago con tarjetas. Pago 120 pavos, y me marcho al nido de águilas escuchando a mi cuñado jurar en hebreo y rogándome que el mundo entero conozca esta infamia a través de este blog, cosa que estoy haciendo.

  
  ¿Y esto quieren algunos que sean los Estados Unidos de Europa?

   Me cago en Uropa, en el nido de águilas de Hitler y en Osterreich. Por cierto, a los del Centro Simón Wiessental les recomiendo que se den una vuelta por allí, porque no veas como está aquello de nostálgicos de 80 años para arriba.

   Buen día.