martes, 22 de febrero de 2011

Libertad de expresión.

   El otro día, en un informativo, la presentadora daba una noticia sobre un adolescente que tiene mucho éxito en el mundo de la música, y ya al final criticaba unas declaraciones del artista que nada tenían que ver con la cuestión. Al parecer, el chico había dicho que estaba en contra del aborto, incluso en caso de violación. La presentadora le sentenciaba: "Esperemos que a este chico alguien le enseñe a pensar..." ( o algo así, no es del todo literal supongo).

   Estos mismos presentadores y presentadoras te dan una noticia de un atentado masivo, de un bombardeo, de torturas, de mafias, de desastres naturales, y lo hacen como un robot, como si te dan el precio de la leche en esa semana. ¡Parecen idiotas hablando! Desde luego, nunca añaden coletillas del tipo: ¡Vaya cabrón de dictador!...¡Vaya unos jueces corruptos!...¡Qué verguenza de miseria para todos!... o ¡Deberían matar a estos terroristas!

  Pero al muchacho sí le condenan, por expresar una opinión que va en contra de la moda de pensamiento único que nos invade. Hoy, está claro, hay una serie de temas tabú que son intocables y no puedes opinar sobre ellos. Puedes estafar, robar, matar, y hasta ser un pederasta y nadie, ningún presentador, te pondrá una coletilla del tipo ¡vaya cabrón!. Pero amigo: de aborto, homosexuales, calentamiento del planeta, nacionalismos, negociación con ETA, etc, etc,...Ni se te ocurra opinar.

   La Libertad de expresión, junto con la libertad de comercio y propiedad privada fueron los primeros derechos humanos que se reivindicaron tanto en los Estados Unidos como en Francia, junto con la libertad religiosa. Creo que "alguien debería enseñar a pensar en éso" a esos presentadores, progres de Armani que nunca han sabido lo que es pasar verdaderas penurias. Los seres humanos tienen el derecho a decir lo que piensan, a pensar lo que quieren y a querer lo que sueñan. Ninguna cadena de televisión me va a decir lo que debo opinar, y aunque la mayoría lo intente siempre habrá alguna que no, o al menos un buen libro que leer.

   Recuérdenlo, los derechos y los valores nos hacen grandes, y a la postre es lo único por lo que merece la pena vivir y morir.

2 comentarios:

  1. La amplitud de miras como la tuya, y la honestidad, escasean mucho hoy en día. No hay que dejar a los mezquinos que contaminen todo lo que hay a su alrededor.
    Me encanta seguir tu blog. Gracias.

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  2. Gracias a tí por tus palabras. Coincido plenamente en que la honestidad es necesaria para escribir.

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