Si la cosa es urgente no hay problema. ¿Pero y si la decisión siendo demorable es de importancia? Si coinciden padres y elemento/a, tampoco hay problema. ¿Pero y si no coinciden? ¿O peor todavía, y si no coinciden ni padre ni madre, que no se ven más que en juicios?
Nos queda París, que en este caso es aquello del "interés jurídico superior del menor", pero como decía aquel Presidente de la República en su discurso de investidura: "Si yo no mando ni en mi casa". ¡Qué difícil es ser padres - digo, médicos!
Para remate, y si no me falla la memoria, en esos años se cambia de pediatra a médico de familia. Por cambios a estas edades que no falten.
Esto del menor maduro es un tema que nos crea dificultades a la hora de informar, en los hábitos tóxicos que automáticamente te dice el paciente menor de edad, pero no se lo diga a mis padres; en un accidententado, por favor no llame a mis padres, ahora quién interpreta esa ley, qué es lo que debemos hacer los médicos.
ResponderEliminarEs un tema amplio, Paloma, que merece como tantos otros un ratito más largo. Pero como resumen, apúntate tres cosas: Si tiene más de 16 no hay nada que hacer, él/ella decide; entre 12 y 16 si es urgente decides tú y si no lo es estás obligada a contar con la opinión de sus padres junto al menor (pero si te ves agobiada puedes recurrir al Juez o al Fiscal). En realidad, esta es la peor edad. Por último, menos de 12 años, la decisión es de los padres y el menor ni opina.
ResponderEliminarAhora que también te digo que el mío de 11 tiene más sentido común que otro de 16.
Un abrazo.