viernes, 1 de febrero de 2013

¿Qué pasa aquí?


   En cierta ocasión, un empresario conocido se encontró a un empleado dormido en horas de trabajo, le pilló in fraganti y le espetó ¿qué paja aquíiiii? Y como sé que muchos de los lectores son del extranjero, pues voy a tratar de explicarles eso precisamente, qué pasa en España.

   Durante años y años de democracia púber, algunos de nuestros políticos se han solapado sin pudor con concesionarios, adjudicatarios y demás tropa empresarial, a cambio de prebendas y comisiones irregulares que, de manera descarada, aumentaban de manera inverosímil su patrimonio. Esta curiosa historia de amor se repetía al más alto y al más bajo nivel, y quizás con mayor insistencia en estos últimos ámbitos. Las leyes urbanísticas y de contratos con las administraciones públicas eran sistemáticamente toreadas, y el desarrollo del país quedaba así entre amigos. Esto lo sabía todo el mundo que lo quería saber.

   Pero la Mafia no tiene amigos, y en realidad sólo teme a esos amigos ya que la justicia y la ley, salvo honrosa excepción, son suyas porque con su dinero la han pagao.

   Al acabar los días de vino y rosas, se presentó toda la suerte de medidas de austeridad que ya conocen ustedes, aunque sea de lejos, y el pastel no es que se redujera sino que casi no era sino ínfima golosina que a nadie contentaba y a todos malmetía. Y empezó la guerra, la guerra de bancos, constructores, concesionarios, donantes todos ellos durante años y ahora peces en una charca que se seca. ¿ Quién sobreviviría?

   Como último ingrediente de la bomba, una izquierda que si por algo se caracteriza en este país es por no aceptar que sólo ellos tienen que mandar, aunque lo contrario haya sido la tónica durante más de dos siglos de rancia y atrasada derecha.

   Así pues tenemos: una mafia enfrentada por su propia supervivencia, una población hasta las pelotas de recortes, una izquierda envidiosa y rencorosa, una derecha acartonada a finales del Siglo XIX, una crisis de la que se sabe más o menos lo que del bolsón de Higss, y paro por un tubo...

 
   ¿Entonces, qué pasa aquí?

   Pues que un inteligente cocinero sabe combinar estos ingredientes y está a punto de sacar un plato estrella al mundo mundial, el del cambio de Gobierno-golpecito de Estado-para que nada cambie y todo siga. ¡ Pues anda que no ha pasado esto ya veces en España !

   La identidad del cocinero se la pongo a ustedes de tarea para mañana.

   Buen día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario