miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mi historia.

   He recibido un correo de un lector, en el que se interesa por las dos carreras que aparecen en mi perfil (justo al ladito derecho entre tonterías varias), y me solicita algunos detalles sobre este tema si lo tengo a bien, que lo tengo, aunque prefiero meterlo como entrada, y no por pedantería (líbreme Nuestro Señor) sino como economía de escala no vaya a ser que otro ciudadano me lo vuelva a pedir.

   Mi historia es simple. Nací en una familia humilde y lo único que se me da bien es estudiar, y además me gusta estudiar (quizás esto sea lo más original que puedo decir en estos tiempos). Estudíe Medicina porque a pesar de acabar mis estudios con matrícula de honor, y gustarme la Historia que había de estudiarse en otra ciudad, mi padre me dijo que tenía que estudiar algo en mi pueblo, y como era de letras puras pues lo más "humanista" que tenía era Medicina. Yasí me hice Médico. Debí acabar sobre los 24 o 25 años (ahora tengo 48). Medicina es una carrera exigente, muy exigente, e infinita. No puedes dejar de estudiar toda tu vida si es que ejerces con pacientes, claro. La financiación de esta carrera eran sólo las tasas de matrícula y libros que pagaban mis padres, ya que vivía con ellos. Los libros son caros, eso sí.

   En mi caso, tras ejercer 8 años, algunos de ellos como MIR, aprobé las oposiciones de Inspector Médico, y esto sí que fue difícil ya que llegaba de trabajar como MIR hacia las 6 de la tarde, tenía un hijo recién nacido y...bueno algunos ya sabrán que significa ese tipo de vida. Yo soy más estudiante de fondo que velocista, con lo que esta oposición me costó mucho. Aparte de ser 800 para 15 plazas, lo peor fue leer-aprender- unos 100 temas para el segundo ejercicio en 3 semanas. Hablo de 3000 folios en varias vueltas en 3 semanas. Leo en diagonal, pero... Bueno, aquello se pasó, gracias a Dios, aunque quedé algo mal de la cabeza, creo, desde entonces.

   La última carrera procede de haber tenido varios puestos en la Administración Pública y descubrir, con horror y espanto, la nula preparación salvo honrosas excepciones de los que pululan por esos puestos de Dios. No saben nada y algunos, casi, solo viajan y firman.

   Como dije siempre me gustó la historia, pero consideré más útil en mi trabajo el derecho, así que me lanzé a hacerlo por la UNED, porque me gusta la soledad del corredor de fondo, voy a mi aire, y sólo tengo el handicap de tener que estudiarme los libros enteros. Por cierto, aprovecho para reivindicar a todos los alumnos de UNED, porque ellos "sí que valen". Hice la carrera entre los 42 y 46 años, en cuatro años a una media de 90 créditos/año, aunque son cinco años en realidad pero estoy algo mayor ya para esfuerzos prolongados. Por supuesto, estaba trabajando como Inspector y atendiendo a mis (ya) dos hijos, unos de ellos con una adolescencia de libro, créanme. La financiación de la UNED es muy asequible: a mí me habrá costado toda la carrera unos 5000 euros, contando todos los gastos. Eso sí, si es (son) usted (es) jóvenes, mejor estudien en una universidad presencial, porque tiene otra magia.

  

   Y poco más te (os) puedo decir. Mucho ánimo si te lanzas a estudiar estas dos carreras, preciosas cada una a su nivel, y recuerda que lo importante de las metas no es el esfuerzo sino la alegría en hacerlo, y por supuesto, como diría el Dalai Lama, la motivación en llegar a donde quieres llegar.

   Buen día.

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