lunes, 3 de septiembre de 2012

Mi (su) dinero.

  Mi (su) dinero procede de mi (su) esfuerzo y trabajo. Ignoraremos por su insignificante valor la constante "x", ya saben, las herencias recibidas. Con este nuestro dinerito, vamos a "colocarlo" en lugar seguro y que, de ser posible, dé frutos. Y aquí empiezan los problemas.

   Si partimos de un país decente y civilizado, como es España, nos encontraremos un término medio entre Papá Estado y un Sucedáneo de Liberalismo, es decir, entre dar el dinero al Estado vía impuestos, o quedármelo en mi bolsillo que ya lo gastaré yo donde me plazca. Y aquí siguen los problemas.

   El que se queda Papá Estado es cada vez más, a pesar de que cada vez los servicios de sanidad, educación, carreteras, etc..., son mucho peores. Como el dinero ni se crea ni se destruye, la cantidad que resta en mi bolsillo liberal es cada vez menor, lo que me conduce a que gasto menos, porque lo que no puede ser no puede ser y además..."es imposible". Y aquí siguen los problemas.

   Como no obstante algo me queda, el sobrante decido meterlo en un Banco que me dé qué...¿Pues qué ha de ser sino seguridad? Pero entonces, cuando ya confié descubro que me era infiel y... Patiné. El Banco anda jodido y yo más mosca que un pato en Navidad. Así que ni tengo seguridad en el Estado, ni seguridad en la Banca.  Y aquí quiero llegar.

   Nuestro derecho civil establece un sistema de responsabilidad subjetiva y otro de responsabilidad objetiva. Muy fáciles de entender. El primero viene a decir que quién me la hace la paga, con nombre y apellidos, y en base a una relación contractual del tipo, por ejemplo, de una bonita cartilla de ahorros. El segundo, establece que sufrido un daño que derive de la actuación de alguien, funcionario o Presidente de Gobierno, y establecida una inequívoca causalidad entre dicha actuación y mi daño, no me queda sino recibir ese pretium doloris, ese pago a mis males que con tanta dejadez me han causado. ¿Y? Dirán ustedes...

  
   Pues que ni me (les) devolverán un duro de lo metido en algunos productos de Banca, ni les arreglarán un ápice los servicios que el Estado proporciona y por los que, cada vez más, paga impuestos. ¿Y ello por qué?

   Pues sólo cabe una conclusión, amigas y amigos. PORQUE ESPAÑA ESTÁ LLENA DE IRRESPONSABLES.

   Buen día.

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