jueves, 27 de septiembre de 2012

Invertir en España.



   Si yo no fuese español, y además tuviese mucho dinero (ambas cosas imposibles, obviamente), alguno de mis asesores podría exponerme, entre otras, la opción de España como inversión. Antes de concentrarme en un determinado sector, habría de examinar las condiciones generales de contexto, tales como condicionantes políticos, seguridad jurídica, nivel de crecimiento, apalancamiento, etc. Veamos qué condiciones son las que encontraría "en este inte".

  • Un Presidente paseando por Manhattan, seguido de un montón de tipos trajeados, y fumándose un puro.
  • Un Presidente de una Región de España proclamándose - en vías de ello - independiente del resto. Ah sí, y pidiendo cinco mil millones a la vez, que ya saben el dicho catalán de que "pedir no hace pobres".
  • Un "puñado de radicales desestabilizadores", según la Policía, cercando el Congreso de Diputados, aunque la verdad es que en las imágenes se ve un montón de gente.
  • Estos sí, un puñado de personas liderados por un tipo con aspecto agitanado y desaseado, atracando un centro comercial y "usando sin pagar" la piscina de un hotel de lujo. ( Es verdad que esos días "hasía una caló espantosa").
  • Un Rey convaleciente de una caída, mientras cazaba elefantes en un país africano, y dicen que con una amiga.
  • El yerno de ese mismo Rey a punto de ser juzgado por "robar", si se me permite el simplismo de la expresión.
  • Un lider sindical que colecciona relojes de lujo, y además los lleva puestos.
  • Unos indicadores económicos: consumo minorista, índice de morosidad bancaria, crecimiento del PIB, etc, que rozan lo ridículo.
  • Un aumento de la carga fiscal y una disminución en los salarios, como vía de escape, que no hacen sino retroalimentar aquellos indicadores.
  • Un sector inmobiliario apalancado y en descenso libre, cuya única perspectiva es la futura creación de un Banco Malo que pula los inmuebles susodichos, y todo ello, oigan, en plena trampa de liquidez. Vamos que aquí vender lo que se dice vender es harto difícil, más que nada porque la parte contraria querremos que pague con dinero.
  • Una población empeñada en querer vivir en un Estado del Bienestar.
  • Un sector turístico potente, incluso en los precios que, puedo asegurarles, está al nivel de cualquier país del mundo.
  • Un carné de socio de la Unión Europea, a punto de caducar eso sí.
  • Un sector industrial con amplias posibilidades de crecimiento. No hay más que conducir por España y ver el montón de polígonos industriales a los que sólo les falta éso, las industrias.
  • Y una gente simpática y alegre que sabe "vivir la vida".

   
   ¿Qué me dicen?
      Pues yo creo que o se llaman ustedes Adelson, o me temo que habrán de irse con la música a otra parte. Pero es sólo una opinión de alguien que nunca tendrá mucho dinero ni necesidad de estas decisiones. ¡Suerte que tiene uno!

   Buen día.

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