miércoles, 20 de junio de 2012

Fed up.

   Me molesta profundamente que me tomen el pelo. No soporto que me manipulen los medios de comunicación y los políticos. ¿Pero que burla es esta pretensión triunfalista que manifiestan algunos ante nuestra propia ruína? Como decía Umbral, "con qué conmoverdora sinceridad nos mienten".

   España es un país arruinado y se lo merece, en mi opinión. En realidad está arruinado desde que Carlos I se empeñó en gestionar una enorme deuda para enfrentarse a media Europa, a esa misma media Europa que, por cierto, ahora nos toca los cojones como nos los ha tocado siempre.

   ¿Qué queremos? ¿Acaso solemnizar que han de darnos dinero ad calendas graecas porque sí, porque es nuestro modelo de sociedad? Estamos imbéciles si seguimos pensando así. España ha sido útil a la Unión Europea mientras vino bien su creación de empleo sin cualificar y mediocre, derivado de una estúpida política inmobiliaria, mientras Alemania se recuperaba de sus heridas producidas por las piedras del muro al caer. Una vez sana, ¡a quién c... le importa España? ¿A Alemania? ¿A Francia? ¿Al frío norte?



   Y mientras tanto...¿qué ocurría aquí? Se multiplicaron las comidas y vinos caros, los políticos profesionales e inútiles a la par que incultos, los chanchullos, la corrupción como aspiración moral, la dejadez, la bajeza, ni siquiera la mediocridad, y "otra de gambas".

   ¿Y nos quejamos?

   Hay que volver a empezar, no queda otra. Olvidemos las ínfulas, las gilipolleces, y sobre todo la pereza. No busquemos trabajo; mejor empezemos a trabajar, de verdad, y quizás con el tiempo descubramos que somos un país que puede algo más que ganar una copa del mundo en fútbol.

   Y si me permiten el consejo: No voten nada conocido y echen cuanto antes a esa casta de vividores inútiles de nuestras vidas.

  Buen día.

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