lunes, 28 de marzo de 2011

Las guerras y la ONU.

  La Carta de las Naciones Unidas consagra, en su artículo 2, el principio general de prohibición de uso de la fuerza, pero establece excepciones en sus artículos 51, 42 y 107, a saber: la legítima defensa; para mantener o restablecer la paz y seguridad internacionales decidida por el Consejo de Seguridad; y las acciones contra estados enemigos en rebrote de hostilidades al fin de la Segunda Guerra Mundial.

   En 1974, la Resolución 3314 admite la defensa anticipada ante amenazas inminentes, pero no ante amenazas latentes, y queda en manos del Consejo de Seguridad la cuestión de si se ha cometido un acto de agresión.

   Esta legítima defensa fue alegada por el Gobierno de los EEUU para justificar el uso de la fuerza en respuesta a los ataques terroristas de septiembre de 2011, y así lo aprueba el Consejo de Seguridad en la Resolución 1368. La doctrina internacionalista se ha preguntado si se daban las condiciones para recurrir al uso de la fuerza (aprobación de medidas militares, existencia de ataque armado, requisitos de inmediatez, provisionalidad y subsidiariedad, etc). Se trataría de una extensión del derecho de legítima defensa, deducido de la aceptación por la Comunidad Internacional de la respuesta militar de EEUU ante Afganistan.

   En marzo de 2003 se produce una intervención militar de fuerzas estadounidenses y británicas, con el apoyo de otros países entre los que se encontraba España, contra Irak, mediante la Resolución 1441. Según unos, no contaba con la aprobación expresa del Consejo de Seguridad; según otros tenía una base jurídica suficiente que se remitía a resoluciones anteriores ( 687 y 678) que ya permitían el uso de todos los medios necesarios incluyendo los militares, y que una nueva Resolución no era jurídicamente indispensable.

   Igualmente son ampliaciones de este nuevo derecho al uso de la fuerza los siguientes: el uso por movimientos de liberación nacional; las intervenciones de carácter humanitario; la protección de ciudadanos y de intereses nacionales.

   Al hilo de esta extensión sirvan las operaciones militares de la OTAN en 1999 sobre la antigua Yugoslavia, sin el apoyo de una resolución del Consejo de Seguridad basada en el Capítulo VII de la Carta.

   De alguna manera los que subyace es la prohibición general de intervenir sin la decisión del Consejo de Seguridad, y el problema de qué hacer si no adopta ninguna decisión o medida colectiva necesaria.

   Ahora, en Libia,  la Resolución 1970 del Consejo de Seguridad adopta diversas medidas de exigencia ( envío de una comisión de investigación, respeto de derechos humanos, embargo, etc). De otro lado, y posteriormente, la Resolución 1973 autoriza al uso de todas las medidas necesarias excluyendo la ocupación sobre cualquier parte del territorio libio, y así establece una zona de exclusión de vuelos para proteger a civiles.

   Sé que hay un importante debate ideológico sobre el tema de Irak y el de Libia, pero desde un punto de vista de Derecho Internacional Público, las cuestiones son las apuntadas más arriba. De una Carta de Naciones Unidas se ha ido pasando a una extensión de los supuestos, con un discutible ( en el buen sentido de la palabra discutir) apoyo consuetudinario por parte de la Comunidad Internacional. Tengamos en cuenta el lenguaje de la ONU, y así vemos que de medidas de adopción de medidas necesarias y exclusión de vuelos para protección de civiles, estamos ya en unos pepinazos sobre objetivos militares que son una guerra aérea en toda regla.

   Juzguen ustedes, pero por si les suena a chino lo de la extensión de lo contemplado en la Carta de Naciones Unidas, no tienen más que leer algunos artículos de nuestra Constitución Española y ver después Sentencias del Tribunal Constitucional que los aclaran, enmiendan, modifican, extienden o restringen, de tal forma que a veces quedan que "no los conoce ni la madre que los parió".

   Buenos días.

lunes, 21 de marzo de 2011

Una función pública que no funciona.

   En España, al igual que algún otro país, las personas que trabajan para la Administración Pública no son siempre las mejor preparadas. ¿Por qué? Veamos de que polvos proceden estos barros.

   En 1984, la Ley 30/1984 de Medidas para la Reforma de la Función Pública, sin derogar  la Ley de Funcionarios de 1964, admitía un "régimen paralelo de Derecho Laboral", por una parte laboralizando el régimen de la Función Pública ( sobre todo en la progresión o carrera profesional vinculada a trabajar tiempo en el mismo sitio), y por otro admitiendo un régimen paralelo de contratación laboral con la mayor de las ambiciones que, algo después, tumbó en parte el Tribunal Constitucional en su sentencia 99/1987.

   De vuelta a la carga, ya la Ley 7/2007 del Estatuto Básico del empleado Público lleva, como cerezita, la intención política de quitar competencias básicas del Estado en Función Pública, en favor de las Comunidades Autónomas, lo que da y dará una espiral de agravios comparativos entre los empleados de los distintos países que forman esta España nuestra. Pero sobre todo, más empleo público laboral, equiparando este régimen al funcionario, si no mejor porque quizás sea más tuteladora de derechos la jurisdicción laboral que la contencioso-administrativa.

   La situación ha sido la contratación en régimen laboral, cada vez mayor, y alejada de las servidumbres de sistemas de acceso a puestos de funcionarios mediante pruebas, específicas y competitivas muy rigurosas, y que ahora han pasado a ser: bien sin prueba alguna por favores políticos; o bien a través de procesos selectivos que podríamos calificar como "de cachondeo", en comparación con los procesos para adquirir la condición de funcionario.

   Como "una vez dentro e interino", ya desde la Ley 23/1988 de Modificación de la Reforma de la Función Pública, se admiten las "oposiciones con mochila" ( es decir que se reconoce como mérito en las oposiciones, el tiempo trabajado en régimen laboral en ese puesto), pues la jugada es maestra: la partidocracia mete a los suyos ( que como los zombies cada vez son más) de relajada manera y, posteriormente, les hace fijos en también relajadas oposiciones que valoran méritos que sólo ellos tienen.

   Ya de otro lado, y esto no está escrito en las leyes (claro está), viene una cuando menos inquietante aquiescencia de los sindicatos en sistemas de oposición que, cuando menos, le causan a uno extrañeza e inquietud. Me refiero a exámenes cuyo contenido se basa en supuestos prácticos, previamente diseñados por el Tribunal, y en ausencia de temario, exámenes de desarrollo escrito por sorteo; exposición de temas de manera oral pública y por sorteo previo, etc.

   El resultado, con los años, es obvio. Se está colando, entre gente muy bien preparada y válida que a veces no logra aprobar, una caterva de formación pésima, y cuyo único mérito es la pertenencia a algún partido, o la amistad con alguien. Esto da una mala fama, y una injusta fama, a TODOS los funcionarios.

   Y ya otro día, si quieren, les hablo de sueldos, de esos famosos sueldos que dice la gente que cobran los funcionarios. Ahí ya no hay ni disimulo ni verguenza en laboralizar las principales administraciones independientes o reguladoras de este país ( Banco de España, CNMV, Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, Ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias, etc, etc, etc...), que es donde se gana de verdad dinero.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Made in Japan.

   Decía un asesor a alto nivel de la Unión Europea que, los políticos, necesitan los Informes Técnicos como el borracho a la farola: "para apoyarse, pero no para alumbrarse". Es una gran verdad contrastada a diario: no hay más que ver como nuestros responsables echan mano de estos informes cuando hay algún percance, y como los ignoran cuando se trata de planificar con cordura cualquier aspecto.

   Pero en lo que está ocurriendo en Japón, en lo referido a las centrales nucleares dañadas, ya el aforismo visto arriba no resulta tan claro. Me explico. En diversos medios de comunicación, en los últimos días, he escuchado a unos cuantos expertos sobre el tema de la seguridad - o inseguridad - nuclear, y he llegado a no saber dónde tengo la cabeza. Según unos esto se veía venir y hay que ir a otras fuentes de energía; según otros aquí no está pasando nada y todo se arregla con una ducha (con jabón, claro).

   Lo curioso es que una mínima búsqueda en internet te lleva a elementales puntos de partida, y cito como ejemplo el de no construir centrales en lugares con aumentada incidencia sísmica o en terrenos inundables. ¿Cómo puede ser, entonces, que esta central de Fukushima (o algo así) esté justo en esas dos variables? No entiendo nada, la verdad.

   Otra cuestión que me sorprende, desde un punto de vista médico, es la soflama de las pastillas de iodo como garantía de inmunidad para el tiroides. ¿Pero y el resto de mis órganos? Que yo sepa estoy compuesto de tiroides, tubo digestivo, médula ósea, pulmones, y hasta una cosas muy pequeñitas que se llaman cromosomas y llevan dentro un ADN, que vaya usted a saber cómo queda si me da por tener hijos. Claro está que, hay que reconocerlo, peor es la soflama de una buena ducha...

   A mí de todas formas, la imagen que más me ha impactado son unos libros infantiles sucios y medio destrozados entre los escombros, porque me hacen sentir que mi cabeza, ésa que los técnicos confunden, vuelve a su sitio, al de la ternura y el cariño por las víctimas que, por cierto, no tengo suficientes sombreros que quitarme ante su ejemplar comportamiento.

   Quizás esta hostia de la naturaleza haya sucedido allí por esta razón, porque es de los contados pueblos sobre la tierra con una capacidad de trabajo, paciencia, disciplina, organización y respeto a sus muertos, capaz de hacerles resurgir a no muy tardar.

   No soy muy aficcionado a los Kyoto I, II, III, o por dónde vayan ( que en esto pasa como las películas de Rocky, que nadie sabe cuántas van), pero tengo para mí, amigas y amigos, que o los cumplimos o esta pelota viva sobre la que caminamos nos va a seguir dando de lo lindo.

   Y lamentablemente no todos somos japoneses.

jueves, 10 de marzo de 2011

El cementerio de Praga.

  Acabo de leerlo y me apetece hablar de este libro de Umberto Eco. Como relación con este blog sirva la licenciatura en derecho del protagonista, el Capitán Simonini. Un individuo esquizoide, inteligente y carente por completo de dignidad o vergüenza, perfeccionista en su trabajo, misógino y sibarita del paladar. El caso es que este impresentable te acaba cayendo bien; no sabría explicar el porqué.

   De otro lado, la literatura de Eco ( a quien en cierta ocasión le escuché decir que todo escritor aspira escribir un Quijote, y al acabar la primera página ya sabe que no lo logrará) es magnífica, culta, documentada, y sobre todo irónica. Es admirable como este hombre destroza decorados: masones, jesuitas, antisemitas...

   Por cierto, no se pierdan las disquisiciones psiquiátricas de algunos personajes; son magníficas, dignas de la teletienda sus terapias. Que si el hipnotismo, que si el magnetismo, una delicia. Por supuesto todas las teorías coinciden en no curar absolutamente a nadie.

   Pero el plato (nunca mejor dicho) principal es el de los servicios de inteligencia. ¡Qué maravilla de funcionamiento! Esta banda se ríe literalmente de todo usando cualquier medio para sus fines: ahora una revuelta, más tarde una guerra; allí un asesinato, acá una conspiración. Y siempre quemando a algún desgraciado con ansia de miras y altura de ideales. Sublime el momento en que han sustituido al Jefe de turno y el nuevo comenta que seguramente estará pescando en alguna isla, gozando de su merecida pensión; dos páginas y lo encontramos muerto entre el gentío de la Comuna.

   El contexto de fondo es la elaboración de los famosos "Protocolos de los Sabios de Sion", que viene bien para contextualizar los que después vino con Hitler: el intento de exterminio de la raza judía. La gente, y esto es lo que importa, se cree estos embustes porque están fabricados ad hoc para lo que ansían escuchar muchos: un culpable.

   Por cierto, quédense con la contraportada-comentario a la obra que viene a decir que estos personajes como Simonini, están aquí entre nosotros, y están para quedarse.

   P. D.: No me pagan nada por la propaganda, pero deberían.

viernes, 4 de marzo de 2011

La genialidad.

  Decía Salvador Dalí que la única lectura que soportaba era de libros sobre física y química, "porque no entendía absolutamente nada". Pero era un genio y su pensamiento, por tanto, diferente al común de los mortales. Hay centenares de ejemplos parecidos; mentes privilegiadas que se acercan a las cuestiones de manera tangencial, y hasta hiperbólica. Como caso actual, ahí tienen a José Mourinho...

   Hoy quiero hablarles de uno de esos genios, aún vivos, que de manera desconocida para nosotros (bueno, para los que de nosotros no sean genios), realizó un descubrimiento trascendental que le catapultó al Premio Nobel de Química en 1993. Estoy hablando de Kary Banks Mullis y la técnica de "reacción en cadena de la polimerasa".

   Se trata de usar las ADN polimerasas para replicar fragmentos de ADN. A partir de aquí se usa en diagnóstico viral, detección de genotipos, detección de mutaciones, enfermedades hereditarias, antropología y medicina forense, paleontología, cultivos en agricultura, etc.

   El tal Mullis es un individuo complejo y polémico, y ha provocado que muchos de sus colegas se levanten en alguna de sus conferencias y que tengan que quitarle hasta el micrófono ( es curioso el paralelismo con José Mourinho -caramba, pareado -).

   Pero donde quiero llegar es a cómo lo descubrió. Parece ser que le vino la solución mientras conducía de noche por las carreteras del norte de California que hay que verlas eh - yo no las he visto -. De pronto, detuvo el automóvil y despertó bruscamente a su amigo acompañante. Había encontrado la solución.

   Desconozco si perdió su amistad a partir de ese momento, pero esa manera de pensar no pensando, de acercarse a una solución por un camino diferente, es patognomónica de la genialidad. Ese descubrir que la menor distancia entre dos puntos no es una recta, sino curvar la hoja de papel y juntar los puntos; eso es ser un genio.

   En España tiene que haber genios así. Sólo necesitamos que una compañía como CETUS CORPORATION los contrate y que sepan conducir aunque sea por Las Alpujarras. Por cierto, parece que CETUS le pagó 10.000 dolares por el invento y luego lo revendió por 300.000.000 de dólares a ROCHE. Pero ésa es otra historia.

   Buen fin de semana, amigos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Encuentros con un puma.

  Hace poco leía que, en el Gran Cañón del Colorado, hay carteles que advierten de encuentros con un puma - referido al felino, no al cantante - y aconsejan: "Mirarle fijamente a los ojos, mover mucho los brazos y, si te ataca, defenderte agresivamente".

   Yo pensaba que España era el único país, más o menos desarrollado, en el que la Administración se cachondea de tí, pero no, parece que hay más Estados que lo hacen. ¿Pero qué es la Administración? ¿Cómo nos afecta?

   Pues sepan que la Administración - la que decide, claro - sale de sus votos cuando les dejan votar. Así pues son ustedes, o al menos la mayor parte de ustedes, los que les han dado el "cargo". A partir de ahí, esta nebulosa de libre designación toma decisiones: desde apartados que ni sabiendo español se entienden hasta conducir a 110 ó 30 Km/h; desde subir la electricidad cada 4 meses a bajarle directamente su sueldo (si lo tienen); desde exigir niveles formativos de máximo grado para ser un triste oficinista, hasta nombrar reconocidos incapaces para puestos de responsabilidad; y así otras perlas.

   Claro está que también nos dan sanidad gratis, subsidios, pagas de todo tipo, seguridad ciudadana, alumbrado público, nos recogen la basura, buenas carreteras, bonitos parques, y hasta condones. Todo al módico precio de subirnos los impuestos cada día más, dejarnos menos liquidez para copas y compras, y reñirnos por no consumir.

   Porque este "depredador" llamado Administración si te quejas, te riñe. Sí señor, te tacha de "inculto, trasnochado o de ser de derechas".

   De manera amigos que, cuando le fastidien, ya sabe: "mírele a los ojos, mueva los brazos y póngase en posición genupectoral". Ya sabe, ésa en la que a uno mejor le dan por el c...

  Buenos días.